Rojo manzana
La
manzana caerá del árbol. Caerá del árbol y se la llevará la corriente del
río.
¿Pero alguien ha pensado que podría haber un hombre
bañándose río abajo y golpearle en la entrepierna? Al golpearle, el hombre
caería y se mojaría completamente, saldría del agua para secarse y al buscar
algo que le sirviera le caería una araña sobre la espalda. Al notarla se
pondría a saltar histéricamente, resbalaría y caería aplastando la pobre araña
y golpeándose y fracturándose el cráneo con una roca.
La manzana (ahora manzana-asesina) se encontraría río abajo
con otra manzana que acababa de caer de un carro que pasaba cerca. Al intentar
coger la manzana antes de que cayera al agua un perro se caería al río sin
saber nadar y se ahogaría, aunque mucho antes de esa escena la manzana ya había golpeado en el ojo
al horticultor que la había cortado y lo había tirado de la escalera. Nadie
supo explicar nunca lo que había pasado, pero la manzana en el suelo se reía
para sus semillas.
Volviendo al presente, las dos manzanas reunidas por la romántico y macabra coincidencia, flotarían y flotarían arrastradas por la
corriente y finalmente verían que el recorrido finalizaba en una cascada. Se
mirarían, no se puede decir exactamente a los ojos porque no tendrían, pero
habría dado la impresión de que se mirasen interrogativamente con sus "no-ojos".
Entonces escucharían unas risas con sus “no-oídos” atentos a
captar nuevas formas de hacer el mal: un grupo de niños jugando justo bajo las
aguas de la cascada. Las manzanas volverían a "casi-mirarse" con
maldad...
Teófilo estaba estirado en el prado al lado del río soñando
todo esto cuando se despertó pálido y con un sudor frío. Miró alrededor y río
nerviosamente, alegre porque sólo hubiera sido un sueño. Se terminó de incorporar completamente y empezó a llamar a las ovejas, cuando oyó un sonido de risas de niños desde la
zona de la cascada.
En ese instante se giró lentamente y pudo ver cómo una
manzana se desprendía de la rama del árbol y caía al río. Se quedó petrificado
y habría jurado que le pareció ver por un instante que la manzana había
resplandecido en el aire con una tonalidad rojo sangre.
23 de abril de 2010
¡Tan burlesco y liado como el propio Pratchett!
ResponderEliminarMe he reído al imaginar las manzanas asesinas y su periplo por el río!!! XD
Felicidades crack!!
Muchas gracias por tu comentario, Jordi. La verdad es que yo también me reí mientras lo escribía y fue un placer. Pratchett es el rey y aunque ahora parece más de moda Christopher Moore, no me parece tan bueno. ¡Larga vida al rey! je, je, je
Eliminar